sábado, 30 de julio de 2016

Formas de actuar de una persona con trastorno limite de la personalidad


Los pacientes afectados por un TLP suelen actuar en forma impredecible y caprichosa, exhiben arrebatos frecuentes de ira y actitudes violentas que suelen terminar en crisis emocionales intensas y autolesivas, toleran mal la frustración y experimentan sentimientos crónicos de vacío. Sus relaciones personales suelen ser intensas e inestables confundiendo a menudo sexualidad con intimidad.
Pueden presentar algunas conductas compulsivas del tipo : juego patológico, abuso de sustancias, trastornos alimentarios, compras compulsivas o distorsiones de la imágen corporal.
Algunos autores resaltan la dificultad que estas personas presentan en soportar la soledad, en tanto se la entiende como una amenaza que los obliga a actuar. Como además suelen tener mucho miedo a la intimidad, esto explicaría sus conductas de alternancia entre idealización y rechazo en las relaciones interpersonales.
Resumiendo:
  • Agresividad e impulsividad
  • posibilidad de autolesión
  • miedo al abandono
  • inestabilidad en la imagen personal y en las relaciones
Pensamientos o creencias habituales:
  • ” Te odio, TE ODIO”
  • “te amo hasta lo imposible”
  • “me siento vacío”
  • “no sé quién soy”
  • “si te vas me mato”
  • “No soy nada si tí”
Las parejas de un TLP:
Muchas personas involucradas sentimentalmente con TLP sienten que están al “filo de la navaja”, siempre sumidas en el caos y la ansiedad que su pareja sufre. Las relaciones románticas con estas personas tienen al principio una pátina de pasión e intensidad que resulta en algunos casos atrayente. Posteriormente esa imprevisibilidad evoluciona a posturas demandantes y decepcionantes. Las fluctuaciones constantes impiden anticipar reacciones, marcar límites, establecer una comunicación eficaz.
Debido a que la estructura de personalidad limítrofe suele no poseer un sentimiento claro de identidad (vive confundida respecto a valores, metas y prioridades), es casi imposible armar proyectos en común.
Según Beck las personas con TLP sostienen las siguientes creencias:
  1. “Soy inaceptable” : su pésima imágen personal los lleva a promover conductas inadecuadas que terminan en alejamiento y rechazo confirmando su idea inicial.
  2. “Soy incapaz y vulnerable”: Se sienten inermes frente a los reclamos del día a día y es ahí en donde toman como rehen a la pareja para compensar a través de la dependencia su percepción de ineficacia.
  3. “El mundo es malo”: esta idea desencadena ansiedad y tensión.
Podríamos entonces considerar la estructura de amor caótico que define al TLP como el resultado de tres esquemas que interactúan al unísono: “soy débil y vulnerable, un fraude y además la gente es mala y peligrosa”. Los individuos limitrofes son seres “sufrientes”, no logran considerar a la pareja como algo seguro . En ese marco quizás un paso para establecer un cambio en las relaciones de pareja sea el inicio de una terapia de pareja, siempre acompañada del tratamiento individual. El objetivo será reducir las conductas impulsivas que involucren al vínculo, controlar la emociones y aumentar la consciencia de enfermedad.
Ahora bien si amar saludablemente significa relacionarse de la manera menos dolorosa posible, el trastorno limítrofe es un obstáculo. En todo caso depende de lo que cada uno espera de la pareja. Sacrificarse a cualquier coste como concepción del amor para seguir manteniendo el vínculo inestable solo se puede entender en el marco de la propia historia personal.
¿Podemos reconocer un TLP antes de enamorarnos?
Sí. Al principio será un experienca increíble, divertida, impredecible. Es necesario fijarse en cambios buscos en las emociones, en el deseo de agradar y en comportamientos paradójicos o contradictorios. Es una mezcla de seducción, extravangancia y emoción desbordada que puede causar mucho impacto. también es posible que aparezcan indicios de manipulación en temas afectivos. En definitiva, un TLP no se oculta, si se conocen los rasgos principales es muy sencillo de reconocer.
Pronóstico:
En general se sostiene la importancia de realizar un tratmiento psicofarmacológico y psicoterapico continuado como única forma de mejorar el curso de la enfermedad. En general el TLP mejora con la edad y si no existe otros factores de co morbilidad como adiciones a sustancias o trastornos afectivos podemos hablar de una estabilización a mediano plazo (si no existen predictores de mal pronóstico)

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